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ENTREVISTA A BEATRIZ MORALES FERNÁNDEZ

¿Podría avanzarme una breve sinopsis de la conferencia que impartirá en el marco del Campus de Etnografía y Folclore de Ingenio?

Buenos días, lo primero, muchísimas gracias por contar conmigo para este reportaje. Es un honor participar en la octava edición del Campus de Etnografía y Folclore de Ingenio dada su trayectoria y su contenido diverso para realzar el patrimonio y el folklore de las comunidades, en especial la canaria.

La conferencia La poesía canaria del siglo XX: una mirada propia en el mundo literario hispánico tiene como objetivo hacer un recorrido diacrónico general por la poesía del siglo XX, sobre todo teniendo en cuenta el legado que dejó el poeta Tomás Morales Castellano: ¿qué supuso la entrada al mundo moderno a principios del siglo XX para la poesía canaria?

Tomás Morales nos situó en un océano Atlántico abierto a todas las orillas de la modernidad y eso influyó a la poesía insular venidera, no solo como homenaje, también como punto de partida para buscar nuevos espacios de creación y reconocimiento. En estas nuevas posibilidades estéticas vamos a detenernos durante la conferencia.

¿Como otros tantos estudiosos fija usted el inicio de la vanguardia poética en Canarias con la irrupción del modernismo?

Depende de lo que entendamos como vanguardia poética. Vanguardia implica posición avanzada en la lucha, estar en primera fila para batallar y creo que la poesía canaria en cada siglo ha tenido que luchar contra factores externos para darse a conocer, crear su propio espacio creativo y hallar una sensibilidad acorde a un yo identitario en pleno descubrimiento.

El modernismo literario generó una mirada interconectada y multicultural con el mundo moderno, pero previamente ya en la poesía canaria se generaba un mundo propio que buscaba su propio sentido existencial, luchando contra el olvido de siglos. Creo que hay vanguardia poética en la poesía de Bartolomé Cairasco de Figueroa (siglo XVI), en Pedro Álvarez de Lugo (siglo XVII), en Cesarina Bento (siglo XIX) y en Tomás Morales Castellano (siglo XX), por poner algunos ejemplos.

En la última década se han prodigado los estudios antológicos sobre la dimensión de la obra de algunas mujeres escritoras canarias que han sido progresivamente rescatadas del olvido. ¿Cree que los tratados recopilatorios hasta ahora realizados sobre los movimientos literarios en Canarias y sus protagonistas han ninguneado el papel intelectual de la mujer, relegándolo a un papel secundario?

Debemos tener en cuenta que el contexto histórico influye en cuanto a la cantidad de mujeres que escribían, es decir, según el siglo tendremos más o menos producción literaria femenina. Pero eso no significa que no haya, por lo que estudiar a escritoras con poca o nula visibilidad hasta la fecha resulta de vital importancia. Trabajos como Diccionario de escritoras canarias del siglo XX, de la doctora Blanca Hernández Quintana; o 20 escritoras canarias del siglo XX, de las investigadoras Yasmina Romero Morales y Alba Sabina Pérez, de reciente edición, nos permiten hallar la posibilidad de tener tratados recopilatorios feministas que cumplimentan y enriquecen los anteriores.

¿Cree que podríamos referirnos a la existencia de una literatura femenina en Canarias?

Creo que podemos referirnos a una literatura hecha por mujeres y hombres en Canarias y que a medida que avanzamos históricamente existe mayor igualdad y equidad en los estudios de investigación sobre escritores y escritoras canarios. Y ya no solo en la investigación, también en la edición. Hombres y mujeres que tienen mucho que contar y que merecen ser valorados por su calidad literaria, sin olvidarnos de que muchas mujeres en siglos anteriores tenían enorme talento, pero fueron relegadas al olvido.

Así que yo me referiría a una literatura canaria en pleno crecimiento en cuanto a trabajos de investigación en torno a ella, con especial atención a las escritoras invisibilizadas; y en cambio constante, por los escritores y escritoras que cuentan su mundo literario en unos tiempos líquidos. Literatura, al fin y al cabo, para todo el mundo, hombres y mujeres.

¿Podríamos afirmar que los poetas y poetisas canarias del siglo XX poseen unos rasgos comunes a la hora de plantear las temáticas que abordan en sus respectivas obras?

Algunos rasgos comunes que comparten son, probablemente, el contexto histórico y social, la búsqueda de un espacio poético en el que darle sentido a la existencia individual y colectiva de su entorno y la irrupción de un mundo externo que conecta con el propio por medio de la modernización y el turismo.

Sin embargo, creo que el rasgo común más notorio entre todos ellos es su diversidad estilística

Celebramos este año el Centenario de Tomás Morales. ¿Lo considera un hito fundamental en las letras canarias? ¿Podría referirse a su herencia literaria?

Sí, lo considero un hito fundamental en las letras canarias por buscar Canarias en el mundo y emplear este como mitología conductora para darle espacio internacional al Archipiélago. Me refiero sobre todo a darle nombre y presencia a paisajes insulares para construir su discurso poético, que después se ha trabajado internacionalmente.

¿Cómo estima que la insularidad ha marcado históricamente e identitariamente a la literatura de Canarias? ¿Sigue este fenómeno de alguna manera aun condicionándola?

Creo que la insularidad ha marcado nuestra forma de contemplar el mundo y, por lo tanto, la mirada poética con la que dar sentido a la realidad que se describe, narra o se metaforiza en Canarias.

La ínsula como punto de partida o regreso en el discurso está metamorfoseándose, ahora el mundo es más amplio de lo esperado y desde nuestro escritorio podemos viajar a otros lugares, lo que ocasiona que la distancia o el cercamiento geográfico del Archipiélago canario haya cambiado de significación: actualmente la insularidad se puede entender como una metáfora del aislamiento o parálisis cultural y social que se ha ido heredando en comparación al progreso en otros lugares; o como un elemento de protesta, descanso, detenimiento o recogida ante la globalización exacerbada.

Como estudiosa de la Literatura ¿qué le interesa de la literatura contemporánea?

Su adaptación a los nuevos formatos, la mutación que está sufriendo el texto con la hipertextualidad. Además, me interesan considerablemente las nuevas maneras de explorar el concepto identidad en la poesía contemporánea: el elemento identitario como elemento cuestionador de lo que hasta ahora ha constituido el ser y la identidad colectiva aún más expandida y fragmentada para dar lugar a nuevas individuales.

¿Su formación académica influye en su manera de escribir?

Sí. Estudiar el Grado en Lengua Española y Literaturas Hispánicas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria me ha permitido adentrarme en la literatura canaria como nunca hubiese podido hacerlo por mi cuenta, influyendo en mi inspiración e imaginación ante los paisajes del entorno que me inspiran.

¿Qué libro le hizo querer ser escritora?

Creo que no puedo elegir solo uno. Cuando era pequeña, leía muchas novelas infantiles de fantasía y eso me llevó a querer volcar mi imaginación en libretas. Pero mi forma estilística se decantó por la descripción exhaustiva en prosa gracias a Niebla, de Miguel de Unamuno y Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez; posteriormente empecé a escribir mucha poesía y aquí, sin duda, me han marcado considerablemente Tomás Morales Castellano y Rafael Romero Quesada, más conocido como Alonso Quesada, ya que todo lo que escribe, sea prosa, crónicas periodísticas u obras teatrales, tienen un estilo poético sublime.

¿Qué nos ayuda a desentrañar la poesía en este mundo o qué aprende un ciudadano anónimo de un poeta?

Pienso que lo que nos ayuda a desentrañar la poesía es el detenimiento, saber detenerse para tener tiempo propio. La propia pandemia en sus inicios, cuando estuvimos confinados, nos mostró ese otro lado de la vida que habíamos olvidado: el espacio que queda cuando no corremos por los segundos, cuando no devoramos la velocidad y el movimiento. Frenar, tener tiempo como premisa para leer con consciencia y disfrute, adentrándonos en los significados ocultos detrás de una palabra.

¿En qué trabaja ahora mismo?

En estos momentos me encuentro trabajando en la tesis doctoral con José Yeray Rodríguez Quintana. Una tesis que parte de la hipótesis de que en la literatura canaria se puede establecer una lectura de sus textos vinculada a los estudios del paisaje: una relectura de los textos canarios para establecer un vínculo entre la literatura canaria y el patrimonio natural como discurso identitario.

También estoy terminando de estructurar un nuevo poemario que me gustaría publicar pronto. Sería el segundo que publicaría, así que tengo mucha edición de darlo a conocer en un futuro próximo.

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Prensa
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