• Morales es, a sus 91 años, una de las protagonistas de la exposición que a partir del 9 de julio podrá disfrutarse en el Centro Cultural Federico García Lorca de Ingenio.
• “Mis primeros recuerdos del calado se remontan a 1936. Con 9 años me sentaba en los telares de las vecinas con otras niñas haciendo pasados de hebras”.
El 9 de julio se inaugura, a las 19:30 horas, la XXIII edición del Festival Internacional de Folklore Villa de Ingenio ‘Muestra Solidaria con los Pueblos’ con la apertura, en el Centro Cultural Federico García Lorca, de cinco exposiciones distintas. Una de ellas es la titulada ‘El calado de Ingenio: arte y tradición’, en la que la Concejalía de Patrimonio Histórico y Archivo del municipio ha invitado a las dos legendarias caladoras Nora Hernández y Antonia María Morales, a exponer sus trabajos, con la finalidad de poner en valor y rescatar el legado de una de las manifestaciones artesanales que aún perviven en Ingenio.
En la actualidad perdura la tradición aunque no como actividad profesional principal, indica Candela Martín, presidenta de la Asociación de Caladoras de la Villa de Ingenio, que cuenta en su seno con 48 mujeres caladoras. “En Ingenio difícil es la casa en la que no se sepa calar. Antes aportaba un sobresueldo en las modestas economías familiares, ahora solo se hace por afición”, recalca Candela Martín.
Antonia María Morales tiene 91 años y es oriunda de El Carrizal. Esta caladora es la pequeña de una familia con 7 hermanos más. “Siempre he sido una persona muy independiente. De jovencita pensé que casarme y depender de otra persona como que no iba conmigo. Creo que nací en el siglo equivocado”, asegura entre risas esta carrizalera que siempre ha llenado su vida de pequeñas cosas que le hacen feliz. “Mi amor siempre ha sido la lectura, el teatro, el cine, los viajes…, que me han enseñado tantas cosas”, agrega.
Antonia María no recuerda exactamente cuándo comenzó a calar. “Mis primeras vivencias se remontan a la época de la guerra civil española y la posguerra, cuando con unos nueve años me sentaba en los telares de las vecinas con otras niñas haciendo pasados de hebras. Es un recuerdo muy bonito, porque nunca fui a calar obligada, hay gente que lo tuvo que hacer por necesidad, pero no ha sido nunca mi caso”, recuerda con mucho cariño esta mujer que desborda vitalidad.
El calado es el bordado tradicional de Ingenio y rara es la familia de este municipio que no cuente con algún mantel, colcha o tapete calado en su hogar. Mientras los hombres iban a trabajar durante el siglo pasado, las mujeres de Ingenio calaban para ayudar a la economía familiar. Actualmente las que continúan con esta artesanía, tan minuciosa que no tiene precio, son cada vez menos.
Antonia María Morales, que hasta hace muy poco calaba sin necesidad de usar las gafas, advierte que “me operaron de cataratas hace poco y ahora la tengo que llevarlas”. Asegura ser una aficionada que aprendió a marcar y a preparar el tejido de la maestra ingeniense Cleofé Ramírez. “Ahora estoy haciendo unos portarretratos y acabo de terminar unas bandejas de servicio de café que me han quedado muy bonitas”.
Acerca de la cantidad de horas que le dedica a esta labor, Antonia María Morales no sabría cuantificarlo, al igual que su precio. “En una bandeja de servicio de café puedo tirarme una semana, mientras que en un portarretrato un par de días. A las obras de arte que hacen las caladoras es imposible ponerle un precio, por la cantidad de cariño y tiempo que se le dedica. Yo me pongo siempre un ratito por la mañana y por la noche. Cuando me canso de leer, me pongo en el telar, pongo la mente en blanco y a disfrutar”.
Esta nonagenaria se enorgullece de que el calado de su tierra está presente en muchas partes del mundo. “Yo nunca he vendido mi trabajo, siempre lo he regalado porque, afortunadamente, he podido permitírmelo. En hogares de Hong Kong, Nueva York, Suecia, Brasil y Venezuela, tienen trabajos hechos por mí y me llena de orgullo”, indica satisfecha mientras asegura que para ella es un honor que cuenten con ella para mostrar una parte del trabajo de las caladoras de Ingenio en esta exposición.
La muestra, incluida en la programación de este evento internacional que organiza la Asociación Cultural Coros y Danzas de Ingenio, en el que participarán grupos de México, Bielorrusia, Nigeria, Turquía, Argentina, Argelia, Huesca, Zamora y Canarias, reúne en un particular homenaje diversas obras del trabajo de calado de estas mujeres como mantelerías, cuadros, sábanas, tapetes y hasta un telar.
La citada exposición se mantendrá abierta hasta el 22 de julio y puede visitarse de forma gratuita de 18:00 a 20:00 horas en dicho centro. Además de la muestra indicada el público puede disfrutar de otras tres exposiciones: ‘La Alpargata’, ‘Carta etnográfica de Gran Canaria’, ‘El rincón de los oficios: Palmeros. Homenaje a Rafael Hernández Sánchez’ y ‘El Festival con el Patrimonio Cultural Inmaterial declarado por la Unesco’.